El cuento “El verdugo” fue tomado de Cien microcuentos chilenos (antologador Juan Armando Epple), Ed. Cuarto Propio, y éste a su vez de Nada ha terminado de Diego Muñoz Valenzuela, Ed. Obsidiana.
Los cuentos “Padre nuestro que estás en el cielo”, de José Leandro Urbina, y “Golpe”, de Pía Barros, fueron extraídos del artículo El microcuento en Hispanoamérica, María Isabel Larrea O. 2001-2002.
El verdugo - Diego Muñoz Valenzuela
El verdugo, ansioso, afila su hacha brillante con ahínco, sonríe y espera. Pero algo debe vislumbrar en los ojos de quienes lo rodean, que petrifica su sonrisa y se llena de espanto.
El Heraldo se acerca al galope y lee el nombre del condenado, que es el verdugo.
Padre nuestro que estás en el cielo - José Leandro Urbina
Mientras el sargento interrogaba a su madre y su hermana, el capitán se llevó al niño, de una mano, a la otra pieza...
—¿Dónde está tu padre? —preguntó.
—Está en el cielo —susurró él.
—¿Cómo? ¿Ha muerto? —preguntó asombrado el capitán.
—No —dijo el niño—. Todas las noches baja del cielo a comer con nosotros.
El capitán alzó la vista y descubrió la puertecilla que daba al entretecho.
Golpe - Pía Barros
Mamá, dijo el niño, ¿qué es un golpe? Algo que duele muchísimo y deja amoratado el lugar donde te dio. El niño fue hasta la puerta de casa. Todo el país que le cupo en la mirada tenía un tinte violáceo.
0 comentarios
Escribir un comentario ↓